Es tiempo de madurar
Los niños espirituales hablan a veces como hijos de Dios y otras veces como hijos del diablo. Pero si somos maduros en el Señor, aprendemos a controlar la lengua, “no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.” (1 Pedro 3:9), hablamos …