Estamos acostumbrados que para ascender en el trabajo, la política, etc. es muy valioso tener contactos, dinero y diplomas. Pero a Dios eso no le importa, cualquiera que se humille puede crecer hasta ser el mayor. Simple, pero difícil.
Estamos acostumbrados que para ascender en el trabajo, la política, etc. es muy valioso tener contactos, dinero y diplomas. Pero a Dios eso no le importa, cualquiera que se humille puede crecer hasta ser el mayor. Simple, pero difícil.