Vivir tranquilos, con piedad y honestidad

Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 1 Timoteo 2:1-2

Foto: Plaza de Mayo con la Casa Rosada al fondo, Buenos Aires.

El enemigo no deja de atacar a los líderes con pensamientos, con presiones políticas, con toda herramienta a su disposición. Vemos que su influencia lleva a la mayoría a tomar decisiones que generan malestar en los ciudadanos, temor por la violencia y el panorama económico, sus actos no son piadosos y la corrupción se extiende por todas partes.

Por eso debemos orar por ellos, para que no se dejen engañar por los demonios, para que no cedan a la tentación, para que sean honestos y busquen el bien común.

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