Mi voluntad o la de Dios
¡Qué difícil renunciar a nuestra voluntad! ¿Y si parece que lo que Dios nos pide es un sacrificio más allá de nuestras fuerzas? ¿Y si significa esforzarnos para hacer algo solo en beneficio de los demás? Jesús podía pensar todo eso. La “copa” de la que estaba hablando era derramar su sangre con la corona …