No prestas al pobre, le prestas a Dios
No prestas al pobre, le prestas a Dios Leer más »
Los ricos pagan guardaespaldas que no pueden protegerlos de demonios y calamidades. Pero los pobres en espíritu, los verdaderos hijos de Dios, estamos seguros. El Señor mismo nos cubre con su mano. Sus ángeles nos guardan de todo mal. ¡Que vengan demonios si se atreven! No soy yo quien les va a hacer frente, sino
Que vengan demonios, no tengo miedo, Dios me cuida Leer más »
Hoy los despiadados no usan espada ni arco para robar al pobre. Lo hunden con la inflación, con deudas, con intereses. No lo matan usando violencia física sino negándole el agua potable, la calefacción, la atención médica especializada. Pero Dios ve lo que hacen, sabe cómo acomodan las leyes, sobornan jueces y consiguen que los
Los violentos recibirán violencia, los justos recibirán justicia Leer más »
Hay una vida dichosa esperando. Dios quiere verte feliz, pero eso no será posible mientras el pecado tenga dominio sobre ti. Porque si no buscamos el perdón divino seguimos siendo esclavos del pecado y cargamos con las consecuencias. Pero si arreglamos cuentas con el Señor, él sanará nuestra alma. El pasado quedará atrás y olvidaremos
Hay una vida feliz esperándote Leer más »
Creo que nunca se ha hablado tanto sobre la tolerancia y la inclusión como en nuestra época. Sin embargo la violencia está en todas partes. Los pobres siguen siendo marginados, aunque se les diga palabras bonitas y hay muchos afligidos que no encuentran respuesta en las instituciones. Pero Jesús sigue ofreciendo refugio. Él entregó su
Dios, nuestro refugio Leer más »
Dios actúa a favor de los indefensos, cuando oye el gemido y los suspiros ¡Cuánto más si su pueblo clama en oración!
A mucha gente le gusta discutir: Si se puede tomar vino o no, si es pecado arreglarnos, si está mal ser rico, etc. Jesús nos enseñó: «Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios». Así que yo prefiero seguir la paz. El libro de Proverbios está lleno de consejos prácticos. Acá tienen uno:
¿Dios no quiere que usemos perfumes? Leer más »
Este versículo nos anima a trabajar, pero también podemos llevarlo a lo espiritual. Queremos ver una gran cosecha de almas y Jesús dijo que «la mies es mucha y los obreros pocos». Entonces no podemos cruzarnos de brazos, esperando que otro haga el trabajo. Sirvamos a Dios con alegría porque hay recompensa para nuestro trabajo.