lengua-hablar
Es tiempo de madurar
Los niños espirituales hablan a veces como hijos de Dios y otras veces como hijos del diablo. Pero si somos maduros en el Señor, aprendemos a controlar la lengua, «no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.» (1 Pedro 3:9), hablamos
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Tomemos el timón
Nuestra lengua es pequeña comparada con el cuerpo, sin embargo ¡cuánto daño puede hacer! Cuando soltamos palabras hirientes, chismes o mentiras es como una diminuta llama que no sabemos cuánto puede crecer, qué terrible incendio puede provocar. Por eso no dejemos que nuestra lengua nos domine. Tomemos el timón de nuestra vida, para llevarla por
Me enojé con Dios
¡ME ENOJE CON DIOS! Sí, así fue, me enoje con Dios. Hace 8 años atrás perdí mi primer embarazo, llamado según la medicina: #abortoespontaneo. Fue algo muy doloroso, que las palabras no alcanzarían para explicarlo. La primer y única ecografía que tuve se oyeron y se vieron sus latidos, pero entrando al tercer mes de
Fuente de bendición o maldición
Si ponemos en un vaso agua salada y le agregamos agua dulce, toda se vuelve desagradable. No podemos alabar a Dios si usamos nuestra boca para criticar o lastimar a nuestras hermanas y hermanos que fueron creados a imagen de Dios.
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¡No te juntes con la chusma!
Gran parte de mi generación ha crecido viendo El Chavo del 8. Sinceramente me gusta muchísimo y hasta el día de hoy lo veo con mi hijo. Uno de los mejores mensajes que tiene es la famosa predicación de doña Florinda: «No te juntes con la chusma». El chisme es un pecado abominable para Dios.
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