Por qué lloras, Jesús

Una madrugada estaba en oración y mientras me quebrantaba sobre mis rodillas por experimentar más y más la presencia de Dios, pude percibir en mi espíritu a Jesús llorando. Fue tan fuerte la experiencia que no pude soportar mi llanto y comencé a llorar también.

Esa noche le pregunté con exclamación: ¡Jesús! ¿Por qué lloras? En ese momento me inundó un quebranto mayor por la iglesia. Y entendí que Él estaba llorando x su iglesia. La iglesia del Señor ha perdido muchas cosas, ha ordenado mal sus prioridades, ya casi no se ven esos hermanos verdaderamente comprometidos con la obra. Han puesto primero sus placeres y pasatiempos terrenales que a Dios.

Por eso y mucho más, este mensaje es para ti iglesia amada del Señor: ¡Iglesia vuelve a tus primeras obras! ¡Vuelve a amar a Dios como lo hacías en un principio! ¡Vuelve a tu vida de oración! ¡Vuelve a tomar la biblia diariamente! ¡Prioriza congregar! O estarás esperando otra pandemia para que vuelvan a cerrar los templos y comiences a extrañar? ¡Vuelve, vuelve a predicar! Vuelve a ayunar… Cuando venga el hijo del hombre ¿Hallará fe en la tierra? ¡Ay, Iglesia del Señor, vuelve a ser la que eras antes…! Nada te frenaba, no habían excusas ni argumentos, solo importaba amar y servir a Dios.

Iglesia vuelve a tu primer amor ¡Te Bendigo! PrSe.

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