Creo que no hay nada tan difícil para sobrellevar que el silencio de Dios. Esos momentos en que parece que está lejano, ausente, indiferente a nuestros problemas e inquietudes.
Necesitamos oír la voz de Dios.
Creo que no hay nada tan difícil para sobrellevar que el silencio de Dios. Esos momentos en que parece que está lejano, ausente, indiferente a nuestros problemas e inquietudes.
Necesitamos oír la voz de Dios.