¿Con qué comparar a Dios?

¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? Dice el Santo.
Isaías 40:25

Foto: Imagen de la Virgen, Quebrada del Zonda, San Juan

¡Con qué facilidad cambiamos la gloria eterna del Santo, del Creador, por una imagen falsa! Algunos creando imágenes de ídolos muertos, a los que le rinden devoción a cambio de favores. Otros pensando que Dios es como nosotros: que se olvida de nuestro servicio por él, de sus promesas o de un pueblo insignificante perdido en el mapa.

¡Cuántas imágenes falsas! Dioses de palo y yeso que no ven, ni escuchan, ni pueden ayudarnos. Un creador que dejó sus obras y criaturas libradas a su suerte. Un viejito bueno, que perdona todo y permite que los poderosos se aprovechen de los débiles y que lo engañemos con alguna ofrenda, sacrificio o buena obra, para cubrir la inmundicia y violencia que hacemos en secreto. Un tirano cruel que usa mártires para inmolarse a fin de matar a los pecadores. Un espíritu, una fuerza impersonal de la naturaleza, que podemos contactar de miles de formas, para manipularla y ser un poco dioses. Y tantas, tantas imágenes falsas.

¿Qué es Diios? No es una cosa, la pregunta entonces es: ¿Quién es Dios? Él es el Creador de todo, por eso es todopoderoso. Pero es NUESTRO creador, que al formar al ser humano no usó una orden de su poderosa voz. Nos moldeó con sus manos, acariciando ese barro hasta darnos forma ¡Nos hizo a su imagen! Sopló de su espíritu aliento de vida y nos colocó en el Paraíso. Nos hizo libres, por eso permitió que Satanás nos tentara. Elegimos mal, pecamos, perdimos la comunión con ese ser santo, santo, santo. Nos tuvo que desterrar. Pero luego se hizo hombre, entregó su vida para cubrir el pago por nuestra culpa, derrotó la muerte, nos adoptó como hijos a los que aceptamos su gracia, a través del Espíritu Santo vino a vivir dentro nuestro.

Ahora podemos saber realmente quién es Dios. Si nos acercamos a él, él se acerca a nosotros. Si le amamos y buscamos la comunión con él, dejando que nos limpie del pecado, nos va a ir revelando su corazón. Él es amor, él es justicia, él es verdad, él es fiel. Nada ni nadie se le compara. Te invito a conocerlo, a conocerlo de veras. Ya no querrás otra cosa que andar con él.

Deja un comentario