Dios aseguró que si su pueblo guardaba su pacto, él los amaría. Los bendeciría, los multiplicaría y les daría prosperidad económica.
Nosotros estamos bajo un nuevo pacto. Ya no tenemos que sacrificar animales, ni respetar las fiestas de los judíos. Pero Dios sigue diciendo que busquemos su Reino y él se ocupará de nuestras necesidades. Dice en la Biblia que si dejamos familia, posesiones, nuestra tierra por el Señor, nos dará mucho más aquí y la recompensa en los Cielos. Que si nos acercamos a él, Él se acercará a nosotros. Que su Espíritu Santo vendrá a vivir dentro nuestro, nos enseñará, nos consolará y hará a través nuestro milagros y maravillas. Pero como él es santo no puede vivir en un corazón pecador.
Entonces, busquemos las cosas de Dios, hagamos caso a sus palabras y él nos amará como a hijos obedientes que alegran a sus padres. Su bendiciones espirituales y materiales vendrán sobre nuestras familias y su Santo Espíritu vivirá en nosotros.