¿Y? ¿Para cuándo lo prometido?

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 2 Pedro 3:9
Foto: caracol

La paciencia es una virtud difícil de desarrollar. Nos enojamos cuando tenemos que esperar el transporte, en la cola de un Banco, o para que nos sirvan en un restaurante. También nos quejamos con Dios si nos hace esperar. A veces se demora porque al apresurar las cosas no salen bien. Otras veces quiere desarrollar nuestra paciencia. Sea cual fuere el motivo, tenemos que calmarnos, mantener la fe viva y seguir orando. Porque lo que Dios promete, lo cumple.

Si estamos atentos a la voluntad de Dios, vamos a entender si es tiempo de prepararnos, tiempo de actuar o tiempo de dejar nuestros intereses en las manos de Dios y ocuparnos de sus asuntos.

Alabastro – Todo tiene su tiempo

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