¿Qué estás dispuesto a dejar? "Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse." Daniel 1:8

¿Te imaginas las Fiestas sin carne ni sidra?

Daniel podía comer lo mismo que el rey de Babilonia disfrutaba en sus banquetes. Pero, aunque aprendió el idioma y las leyes del país adonde lo llevaron prisionero, no olvidó a quién servía. Él y sus compañeros no eran siervos de ese monarca pagano, sino de Dios. No iba a contaminarse comiendo alimentos que según la Ley de Moisés eran inmundos, no pecaría con la carne de animales sacrificados a ídolos.

Daniel y sus amigos decidieron no contaminarse ¡Aunque eso significaba no volver a probar la carne ni el alcohol!

¿A qué cosas estás dispuesto a renunciar para no contaminarte? ¿Qué lugares dejarías de frecuentar? ¿Qué costumbres abandonarías? El premio es ganar el favor de Dios y escapar de los lazos del diablo.

¿Qué estás dispuesto a dejar?
"Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse."
Daniel 1:8

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