Cuando miramos las montañas nos sentimos empequeñecidos. Pero Dios es más grande. Por eso siempre es capaz de darnos socorro y librarnos de las situaciones más difíciles.
Cuando miramos las montañas nos sentimos empequeñecidos. Pero Dios es más grande. Por eso siempre es capaz de darnos socorro y librarnos de las situaciones más difíciles.