La guerra es un invento del diablo. Cambian las armas, cambian las estrategias, pero el horror y la devastación que deja a su paso siguen siendo terribles.
Oremos por nuestros hermanos que están sufriendo los horrores de la guerra, que el Señor tenga misericordia de ellos. También para que otros busquen a Dios en medio de tanta calamidad.