No te quedes en Mara, en la amargura, compadeciéndote, quejándote. Es hora de seguir avanzando y descubrirás el hermoso lugar que Dios preparó para ti, con provisión, para que recobres fuerzas.
No te quedes en Mara, en la amargura, compadeciéndote, quejándote. Es hora de seguir avanzando y descubrirás el hermoso lugar que Dios preparó para ti, con provisión, para que recobres fuerzas.