Dios le cambió el nombre a Jacob (que significa suplantador) y le puso Israel (el que lucha con Dios, o Dios lucha). Entre los judíos el nombre representa el carácter de una persona, este cambio de nombre significaba que cambió de vida. Jesús nos redimió, o sea, pagó nuestra deuda con Dios, porque la paga del pecado es muerte. Y cambió nuestra vida. Ya no tenemos que tener miedo, o duda, o preocupación, somos hijos de Dios y él nos cuida. Solamente tengamos cuidado de no soltar su mano.