La llaga en el corazón enferma y no se cura con pastillas

No gastes en remefios, busca a Dios


[Dios oirá] toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos hacia esta casa.
2 Crónicas 6:29

Foto: blisters vacíos de medicamentos.

Mucha gente (más de las que crees) vive cargando heridas en sus corazones. Cada uno lo lleva a su manera: hay quien se deprime, quien se enoja con todo el mundo y otros que se muestran fríos para que no vuelvan a lastimarlos.

Esas «llagas» terminan causando muchas enfermedades: úlceras, hipertensión, psoriasis, etc. Los médicos recetan medicamentos para esos problemas, pero se vuelven crónicos. La única medicina eficaz es la sangre de Jesús derramada en la cruz. Él cargó con nuestros pecados para que fuéramos libres.

¡Todo espíritu que susurre a nuestra alma, manteniendo esas heridas abiertas, se marcha ante el nombre de Cristo1! ¡Todo pensamiento de destrucción se somete a la voluntad de Cristo2! ¡Toda llaga y dolor son curados, pues por las llagas de Cristo fuimos nosotros curados3!


Notas:

1 «Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas». Marcos 16:17

2 «Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo«. 2 Corintios 10:5 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:7

3 «Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados». Isaías 53:5.

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