¿No estás conforme con la manera en que están las cosas en nuestro país? ¿Ves que la bendición de Dios no llega? Al contrario, ¿te diste cuenta que los juicios divinos caen como golpes?
Entonces haz algo. No pidas bendición, porque hay un requisito para que el Señor bendiga: arreglar las cosas con Dios. Intercede, pide perdón, clama por misericordia y la nación recibirá sanidad.
Oremos juntos: Ten piedad, Señor, convierte nuestros corazones, sánanos.