Dios calma la tempestad

Cambia la tempestad en sosiego,
Y se apaciguan sus ondas. Salmos 107:29
Foto: Lluvia en Lago Frías, Bariloche

A veces mi corazón es como una tempestad: inquieto, temeroso, inestable… Pero Dios que calma las furiosas olas y despeja los cielos oscuros, también trae paz a mi vida.

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