¿Pensaste alguna vez: «Si me muero hoy a nadie le va a importar», «La vida es una basura», «Todos son unos hipócritas»? ¿Planeaste alguna vez quitarte la vida? Si fue así, da gracias a Dios que seguís vivo. Si no, eres afortunado de tener gente que te hicieron sentir valioso.
Hay muchas personas sufriendo, que no vemos, que quizás llegaron al límite y no tienen voluntad de seguir viviendo. Gente de todas las edades y condición social, que necesita tu tiempo, tus muestras de amor y que les ayudes a confiar que si Jesús dio su vida por ellas también está dispuesto a cuidar de ellas.
Deja de pensar en tus problemas y mira alrededor. Basta de compadecerte por lo que viviste en el pasado ¡Dios te sostuvo hasta aquí y te va a ayudar hasta el fin! Todo lo que pasaste te preparó para entender el dolor de los demás ¡Y para ayudarles!
Sé de bendición. Da una palabra amable, una sonrisa y comparte lo que Dios hizo contigo. Es lo más hermoso que puedes hacer. Te amo en el Señor.