Seamos sabios para aprovechar las oportunidades que Dios nos da. Ahora que tenemos tiempo para ir a la iglesia no dejemos de congregarnos, ahora que tenemos salud trabajemos, ahora que tenemos libertad religiosa prediquemos. No esperemos a tener Alzheimer para aprender versículos de memoria, no esperemos a que perdamos el trabajo para diezmar. Jesús le dijo a sus discípulos: «Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.» (Juan 9:4)
Si Dios te dio una promesa no te desanimes, espera que llegará en el tiempo preciso. Dios tiene un plan para todo. Estemos atentos para reconocer sus tiempos.
Canto Fortaleza – Todo tiene su tiempo