Es sorprendente cómo los incas, sin la tecnología moderna, pudieron trazar este camino recto a tres mil metros de altura. Hoy en día forma parte de la ruta nacional Nº 33.
El ser humano puede crear rutas derechas, pero cuando se trata de planificar su vida no es capaz de distinguir si su camino se tuerce, si lo lleva adónde espera o a su condenación eterna.