Con esta entrega terminamos la serie de estudios bíblicos sobre Navidad y el libro de Romanos, capítulo 14.
No dejes que el enemigo te haga perder el gozo ni la paz, discutiendo con tus hermanos. Satanás quiere dividirnos, lastimarnos y arruinarnos la vida de todas las maneras posibles. Uno de sus nombres es «el Acusador», no le hagamos el trabajo acusando y maldiciendo. Mas bien, busquemos la paz, procuremos estar gozosos y hablemos siempre con sabia mansedumbre, para ganar con amor a nuestros hermanos, así como Cristo nos ganó a nosotros.
Cada uno cuide lo que haga, elija con sabiduría, no se deje engañar por el enemigo de nuestras almas.
Que el Señor reine en sus corazones y los llene de todo gozo y paz. No hay bebida ni droga que se compare con lo que el Espíritu Santo nos hace sentir cuando lo buscamos de corazón. Le pido a Dios que esta Navidad sea diferente para todos nosotros: Que podamos darle al Señor el lugar que se merece y que él nos haga experimentar su presencia poderosa e inigualable ¡Que podamos emborracharnos del Espíritu! ¡Que seamos testigos de su gloria! ¡Feliz Navidad!