Cuando murió el orgulloso
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Nabucodonosor era el rey del imperio más grande de su época. Un día mientras se paseaba por su palacio empezó a alabarse a sí mismo: «¡Miren qué grande es Babilonia! Yo construí esta ciudad con mi poder. ¡La he hecho capital de mi reino para mostrar lo grande que soy!» entonces Dios le habló desde
¿Qué te motiva a esforzarte cada día? Si solo buscas el éxito por envidia, cuando lo consigas verás que no te llena. Deja de desear lo que tiene tu vecino y desarrolla las habilidades que Dios te dio a ti. Disfrutarás verdadera felicidad cuando intentes ayudar a los demás en vez de humillarlos.
Está bien reírse con los demás, pero nunca de los demás. Cuidado con lo que compartís en las redes sociales. Dios está viendo.
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