Firme sin importar la situación
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Hay muchas falsas doctrinas que quieren arrastrar nuestro corazón y nos hacen dudar: ¿Es cierta la doctrina de la prosperidad? ¿La salvación es por fe o por obras? ¿Es bíblico el diezmo? ¿Es necesario congregarse? Mantengamos firme nuestro corazón en lo que hemos creído y probado por las Escrituras.
A veces, por las circunstancias o por dejarnos influenciar por el Enemigo, nos ponemos en «Modo: No Puedo» y enseguida aflojamos. Pero hay cientos ¡miles! de personas a nuestro alrededor que necesitan nuestra palabra y oración. De eso depende nada menos que su destino eterno.