A cuánta gente movió Dios para que tengamos la Biblia. No fue solo escribirla y guardarla. El enemigo quiso de todas formas destruirla, alterarla, dejar que se pierda, impedir que se tradujera. Pero hoy es el libro traducido a más idiomas, con más copias impresas. Es el libro antiguo con más fuentes y fechadas más cerca del original, lo cual le da muchísima más confianza que cualquier otro escrito, de que es fiel al original.
Toda esta gente involucrada, que pasaron sus vidas haciendo copias manuscritas, o que la escondieron celosamente, que la llevaron a otras naciones a riesgo de ser encarcelados, que la tradujeron gratis, que la distribuyeron… todos ellos lo hicieron para ti, para mí. Para que al leerla nos enseñe, tengamos paciencia y seamos consolados.
¡No dejes de leer la Biblia!