A veces por una palabra que dijo algún hermano, o porque no nos dan el lugar de honra que queremos, ya queremos dejar la iglesia y quizás también dejar a Dios ¡No te dejes llevar por la emoción del momento!
Acuérdate de todas las cosas que recibiste de Dios en su Casa, cuántas palabras de aliento justo a tiempo, cuántas oraciones contestadas, cuántos milagros. Por respeto al Señor practica la humildad, perdona, sé paciente. Seguro que muchas veces Jesús te perdonó y tuvo paciencia contigo. Sé temeroso de Dios y sírvele con todo tu corazón, no solo cuando las cosas van como te gusta, sino también cuando te ponen a prueba para ver si eres un verdadero hijo de Dios.
En la foto vemos la publicidad de la bodega Don Milagro. Nosotros conocemos a Jesús, el que de verdad hace milagros y nos dio a comer el pan que nos recuerda su cuerpo que por nosotros fue partido y el vino que representa su sangre derramada en la cruz. No lo olvidemos.
Dios te bendiga y te dé fuerzas para vencer los impulsos del momento.