Fin de año es buen momento para hacer balance. Para ver qué hicimos bien y en qué fallamos. Cuáles fueron los propósitos que nos planteamos para este año y hasta qué punto los cumplimos. Qué lugar le dimos a Dios en nuestro día a día.
Al recordar todos los favores divinos, cómo nos cuidó, cómo proveyó para nuestras necesidades, a cuánta gente movilizó para darnos una palabra, o ayudarnos de alguna manera… no podemos dejar de darle gracias. Dios nunca nos falla, aunque nosotros le seamos infieles él permanece fiel. Lo que promete lo cumple y su amor lo demuestra con obras.
Muchos hacen pronósticos sobre lo que puede depararnos el 2022, pero el único que sabe de verdad es el Señor. Por eso es mejor encomendarle a él nuestros caminos, dejarnos guiar por su Palabra, hacernos sabios con sus consejos, buscar el favor del Todopoderoso.
Yo te animo a seguir el consejo de este versículo. Comenzar el día leyendo la Biblia y meditar en ella ¿Qué es meditar? Tiene dos significados: El primero es pensar, reflexionar, tratar de entender qué quiso decir ese texto, cómo aplicarlo a mi situación.
El otro significado de meditación es lo contrario de concentración. Cuando nos concentramos, toda la energía del cerebro se reúne en un punto, a tal punto que si estamos muy concentrados no nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor, nada nos distrae. Pero, el problema es que cuando nos concentramos, Dios no nos puede hablar, porque nuestros sentidos están todos centrados en una idea fija, en una tarea que nos roba toda la atención. Además, estar mucho tiempo concentrado mina nuestras energías, es agotador. Por eso es bueno meditar, poner “pausa” a nuestro cerebro, dejar de preocuparnos por un tema específico, leer la Biblia y dejar que las ideas vengan y vayan, aflojar la tensión, relajarnos, estar abiertos a lo que Dios quiera hablarnos, estar receptivos.
Así que lee o escucha la Biblia, reflexiona en sus palabras, medita, deja tu mente abierta a los pensamientos que Dios te ponga. Luego pon en práctica lo que aprendiste, obedece los mandamientos del Señor. para que te vaya bien y seas prosperado. Pídele a tu Padre Celestial que te guíe en el nuevo año, que te marque qué cosas dejar y qué perfeccionar, que mande a tu vida las personas correctas, para que te ayuden en tu caminar cristiano y que te limpie para poder usarte como él quiera. Dios te bendiga grandemente.
