Las cosas que hacen los hombres a veces salen mal, otras veces están bien al principio, pero se arruinan. Las obras de Dios son siempre perfectas.
Los caminos humanos son como este sendero para subir al cerro, con escaleras rotas. No es fácil subir, porque las cosas están mal. Muchas veces parece que todo está hecho a propósito para que no podamos avanzar.
Pero Dios es justo y fiel. No hace trampa. No pone obstáculos para que solo sus amigos puedan llegar. Si él promete algo, lo cumple. Si dijo que nos dará la victoria, así será. Nunca dijo que sería fácil llegar a la cima, pero nos va a ayudar y el camino que preparó para nosotros ¡es el mejor!