Las circunstancias difíciles llegan. Ponen a prueba nuestro carácter. Sacan a luz nuestras limitaciones.
Es buen momento para descubrir de qué estamos hechos. Algo quedó de todo lo que nos enseñaron en casa ¡y de lo que nos enseñó la vida!
Espero que hayas aprendido lo que a mí me costó: ¡Dios nunca falla, somos nosotros los que hacemos las cosas mal!
Solo dos cosas dice el titulo en la imagen. Solo dos cosas para recordar. 1 Nos presentaremos ante Dios (orar, ir a Su Casa). 2 Nos salvará (es un hecho, porque él es fiel a sus promesas y Todopoderoso para cumplirlas).
Si en otras ocasiones no nos salvó, tenemos que preguntarnos: ¿Oré o esperé que ore otro? ¿Me presenté delante de Él o del pastor? Ante Dios nos presentamos con humildad, con fe en sus palabras y con la voluntad de llevar una vida como al Señor le agrada. Si vamos con orgullo, con fe en nuestras obras, queriendo vivir a nuestra manera… no llegamos ante el Santo, no nos presentamos ante El.
Vale la pena buscarlo. Sus planes son para nuestro bien. Sus recursos infinitos. Su amor por nosotros es fiel.