La Biblia es la palabra escrita de Dios. Es nuestra guía segura y una fuente de sabiduría. El Señor a veces nos habla también a través de sus profetas. Ya sea para direccionarnos, consolarnos o reprendernos.
Su palabra es vida al que la recibe. Es martillo que rompe el corazón más duro. Ella derriba toda fortaleza que se levanta contra Dios. Atesoremos la Palabra de Dios.