Dios habla, Dios ve, Dios sabe lo que estás viviendo. Pero como un amigo, quiere que tú le cuentes lo que te pasa, lo que te preocupa ¿Te gustaría que tu amigo no te diga nada y tengas que enterarte por otro lado?
Rara vez habla con voz audible, como este versículo cuenta que habló a Agar. Pero siempre está tratando de comunicarse. Nos habla con una canción, con un versículo que leemos, con una palabra de boca de nuestro pastor. Busca llamar nuestra atención con circunstancias. Incluso por sueños.
Como no lo vemos nos parece que no nos ve. Como no lo escuchamos pensamos que no nos escucha. Como lo dejamos de lado, pensamos que Él también nos ignora. ¡Pero él nos está mirando y prestando atención todo el tiempo!
Por eso háblale, ora, aunque no lo veas.