El rey de Judá vino al profeta Isaías con temor porque dos reyes se habían aliado contra él. Dios le dijo que no tuviera temor, porque ambas naciones desaparecerían, aunque no de momento. Otro reino, Asiria, haría guerra contra ellos y asolaría la tierra. Luego vendría abundancia para los que quedaran.
Como en esa época, siempre hay algún enemigo que nos quiere robar y destruir. Pero el Señor es quien hace justicia. «Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.» (1º Pedro 3:12). Vemos que Dios castiga con incendios forestales, terremotos, pandemia. Pero a sus hijos fieles los guardará y proveerá para que no tengan escasez. «Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que procede con soberbia.» (Salmos 31:23)