Dios es el propietario de todo. Nosotros solo somos sus administradores. Por eso está atento a todas sus criaturas y sus obras. También por eso nos pide que le rindamos cuenta.
Dios es el propietario de todo. Nosotros solo somos sus administradores. Por eso está atento a todas sus criaturas y sus obras. También por eso nos pide que le rindamos cuenta.