A veces, nos sentimos mal cuando le decimos a alguien que no. Que no podemos orar por ese asunto o que no le damos el dinero que nos pide.
Dirás: Jesús dijo que amemos incluso a los enemigos. Cierto. Pero al ver que lo seguían por los panes y los peces se fue de ahí. Cuando Herodes esperaba que hiciera algún milagro no lo hizo. No contestó preguntas solo para satisfacer su curiosidad. No perdió el tiempo discutiendo ¡Lo que cargamos de Dios es muy valioso, no se tira! ¡Las bendiciones no se regalan al que no las valora!