¿Cómo adoraron a Jesús? Los sabios: Perseveraron A pesar de las dificultades siguieron adelante 2 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, 2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

Cómo adoraron a Jesús: Los magos o sabios perseveraron

Los sabios de Oriente, conocidos popularmente como los Reyes Magos, tuvieron que enfrentar varios retos:

  • Usar sus conocimientos para determinar la llegada de la estrella, calcular su ubicación y distancia. Así pudieron preparar el viaje.
  • Organizar un viaje que duró varios meses. Se calcula que dos años, porque Herodes mató a los niños de dos años suponiendo que esa era la edad de Jesús en el momento en que llegaron los sabios.
  • Durante el viaje tuvieron que tener cuidado de asaltantes y ladrones, que estarían muy felices de quitarles los tesoros que traían. Los estudiosos dicen que el oro que trajeron fue entregado por la «Escuela de Profetas» que fundó Daniel (el del libro de la Biblia que lleva su nombre). Como este siervo de Dios no tuvo hijos, dejó su herencia en manos de los profetas, para que la guardasen hasta que naciera el Mesías y que entonces se la llevasen.
  • Cuando llegaron a Israel, resultó que el Rey, el Dios Hecho Hombre, no estaba en el palacio, ni siquiera vivía en la capital. Tuvieron que recurrir a los sacerdotes para investigar qué decían las profecías sobre su nacimiento. Sin darse cuenta, alertaron al enemigo, porque el Rey Herodes tuvo miedo de que el recién nacido le quite el trono y por eso decidió matarlo.
  • Luego de adorar y entregar los regalos que habían traído, tuvieron que huir a escondidas para que Herodes no los mate.
¿Cómo adoraron a Jesús?
Los sabios: Perseveraron

A pesar de las dificultades siguieron adelante

2 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, 2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

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