Nunca olvides que si Dios no te sostiene, ni siquiera puedes conservar tu vida. Él es la verdadera estrella, pero hace lucirse a los demás porque tiene misericordia.
Nunca olvides que si Dios no te sostiene, ni siquiera puedes conservar tu vida. Él es la verdadera estrella, pero hace lucirse a los demás porque tiene misericordia.