¡Si Dios lo decidió está hecho!
Muchas veces el temor llega: ¿Cómo voy a llegar a fin de mes? ¿Estos síntomas serán una enfermedad grave? ¿Todavía me quiere? ¿Me están haciendo un trabajo para que me vaya mal? ¿Era Dios el que me dio esas promesas maravillosas?
Dios dice: No tengas miedo. Porque te doy el Reino. Ya no te gobiernan las circunstancias, tú gobiernas. Ya no te falta nada: por fe, lo que tiene el Padre es también tuyo.