Hay personas que parece que la sabiduría les resulta amarga. La están siempre esquivando. Siguen los caprichos de sus emociones, aunque saben que no les va a ir bien. No quieren detenerse a pensar. No quieren consejos.
Espero que a ti te llegue a gustar la sabiduría: La verdadera sabiduría. Que no tiene nada que ver con el estudio o los consejos bien intencionados. La sabiduría de la que te hablo, viene por seguir los consejos de Dios ¡No hay nadie que se le iguale! Sabe cómo funciona todo: el clima, la economía ¡y hasta tu propio corazón! Sí, él sabe de nosotros más que nosotros mismos. Conoce nuestros límites y posibilidades, lo que nos va a pasar mañana y lo que somos capaces de hacer con su ayuda.
Por eso, disfruta de la sabiduría que viene de Dios y te irá bien, muy hien.