Es común en nuestras oraciones pedirle a Dios que bendiga nuestra familia, nuestro trabajo, nuestros planes. Pero ¿y si cambiamos? ¿Si cada mañana le preguntamos qué planes tiene para hoy con mi familia y conmigo? ¿Te animas a preguntarle cómo podes ayudar hoy, desde tus limitaciones, pero con todas tus fuerzas, para que se haga SU VOLUNTAD?