Yo me alegraré

NADA ME QUITA EL GOZO

Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Habacuc 3:17-18

Foto: Viñedos en Cafayate, Salta

Si seguimos a Dios por interés, cuando no veamos sus favores perderemos el gozo, la paz e incluso la fe. Pero si lo amamos de verdad nos bastará su presencia, es más, no estaremos contentos hasta poder disfrutar su presencia.

Hay un viejo dicho que decían los enamorados: «contigo pan y cebolla», o sea, si estaban juntos solo necesitaban lo básico para alimentarse. Cuando amamos a Dios, no nos importan las circunstancias, tampoco buscamos los dones y las bendiciones materiales. Somos felices solo por saber que Dios nos ama y se agrada de nosotros. Además la fe nos anima porque sabemos que él nos cuida, no nos abandona y nos ayudará a salir adelante pase lo que pase, «porque nada hay imposible para Dios» (Lucas 1:37).

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