El 25 de Mayo de 1810, el pueblo se reunió en la plaza frente al Cabildo. Querían un gobierno propio, porque el virrey ya no tenía autoridad, con el rey de España preso y la Junta de Sevilla disuelta. Después de deliberar, se formó el Primer Gobierno Patrio. Le siguió un largo camino hasta lograr la independencia. Aún hoy, la soberanía nacional debe enfrentar las presiones externas e internas para mantenerse en pie.
En nuestras vidas también luchamos por ser libres. Querernos libertad física para ir y venir a nuestro arbitrio, libertad financiera para gastar nuestro dinero como queramos, libertad ideológica para decir lo que pensamos sin censura. También libertad espiritual, para ser libres de los demonios.
Nuestros intentos son vanos sin la ayuda de Cristo. Solamente Dios trae libertad real y duradera.