No importa lo grande que te veas, si solo eres un soldado de juguete. ¡Tienes que ser de verdad! ¿O es que quieres que los demás solo se diviertan contigo?
Para que el mundo espiritual te respete tienes que estar vivo (nacer de nuevo), tener armas de verdad (orar, estudiar la Biblia, ejercitar la fe) y llevar con orgullo el uniforme (no avergonzarte de ser cristiano).
Deja de ser un juguete en manos del diablo, ¡es tiempo de convertirte en guerrero!!!!!!!