Algunos necesitan una máquina agrícola porque siembran mucho. Otros, apenas tienen un puñado de semillas. El que siembra en el fondo de su casa, cosechará solo para su familia. El profesional, quizás no vea la cosecha, pero será gracias a su trabajo que mucha gente va a disponer de alimento.
Siembra la Palabra de Dios, tus oraciones, tu ofrenda, no solamente pensando en tu familia, sino a lo grande. No seas mezquino, sino generoso y Dios te dará una cosecha abundante.