Nos gustaría que Dios nos tratara siempre con dulzura: Que pudiéramos vivir cómodamente bajo su protección como los pichones al abrigo de las alas de su madre 🤗, recibiendo su provisión a diario 🤤, disfrutando la compañía de amigos y familia en armonía 🥰. Pero hay un momento que el Señor nos saca de la comodidad…😳
Llega un día, que Dios remueve el nido y nuestro mundo se sacude, incluso puede ser que terminemos en el piso. No es por maldad. Es hora de usar tus alas, de experimentar el vuelo.
Si las circunstancias se ponen difíciles, no pienses que Dios te abandonó. Mira cómo pueden ayudarte a crecer. Es momento de aprender a volar, de salir de tu zona de confort para remontar nuevas alturas. Entonces alcanzarás una nueva visión y renovadas posibilidades para usar tus talentos y dones.
¡Felicitaciones, estás creciendo!