Nos quisieron atrapar, nos quisieron destruir

Bendito sea Jehová,
Que no nos dio por presa a los dientes de ellos.
Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores;
Se rompió el lazo, y escapamos nosotros. 
Salmos 124:6-7

Foto: Ave volando a ras del piso. Dique Punta Negra, San Juan.

¡Con qué odio nos persigue el diablo! Usa todo lo que puede y a todos quienes se dejan usar para destruirnos.

Como no puede lastimarnos físicamente porque Dios nos protege, intenta destruir nuestra economía o nuestras relaciones, engañándonos para que tomemos malas decisiones. Pero el Espíritu Santo nos alerta (por la Biblia, la conciencia y otros medios) para que evitemos enredarnos en problemas.

Cuando ve que no resulta, procura separarnos del Señor. Nos tienta para que pequemos, así tendrá derecho de afligirnos. Pero una y otra vez, Dios nos abre los ojos para ver que es una trampa y que escapemos.

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