Estamos en medio de una guerra espiritual entre Dios y Satanás. El enemigo es consciente de que el tiempo es corto y ha desatado toda su fuerza. Combate la fe y los valores cristianos desde todos los frentes posibles. Mientras que los cristianos parece que no nos damos cuenta que es tiempo de actuar.
No dejemos que el Adversario controle lo que aprenden nuestros niños en las escuelas, lo que los jóvenes ven por Internet, lo que circula a diario en las redes sociales ¡Avancemos! Ganemos espacios. Difundamos el mensaje del Reino de Dios. Prediquemos con palabras y ejemplo. ¡Conquistemos la Tierra para Dios!