No resistas a Dios

La cáscara de huevo es lo suficientemente fuerte para proteger al pichón y permitir que lo rompa para nacer. Nuestro corazón necesita ser fuerte, pero no demasiado duro porque si no nos impedirá recibir la nueva vida que Dios quiere darnos.

Apóyate en la roca... Pero no te cubras con ella. 

Escucha a Dios 
¡Rompe tus límites! Vive una nueva vida

“¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo!” Hechos 7:51 NVI