No dejes que maten tus proyectos. Sigue trabajando en ellos. Dios te los dio y va a proveer los recursos que necesitas.
Que nadie te intimide ni te desanime. No mires las circunstancias aunque sean adversas. Somos gente de fe. Si fue el Señor quien despertó ese sueño lo va a sostener. Si antes de comenzar oraste y Dios te dio el visto bueno para ese emprendimiento (ya sea un proyecto comunitario, un plan para ganar almas para Cristo, o incluso un negocio personal) te va a ayudar.
Sigue construyendo ese sueño porque tu socio es el Todopoderoso 😃