No importa lo que digan los médicos, no interesa qué digan los estudios, si Dios dice «¡Vive!» hasta los huesos secos vuelven a la vida (Ver Ezequiel 37:1-14).
No importa lo que digan los médicos, no interesa qué digan los estudios, si Dios dice «¡Vive!» hasta los huesos secos vuelven a la vida (Ver Ezequiel 37:1-14).